martes, 12 de julio de 2011

Mamá, papá: Quiero ser periodista

Fue de las pocas cosas en mi vida de las que siempre estuve segura. Quise ser odontóloga, veterinaria y estudiar alguna medicina. Mi pasión por la Ingeniería solo radicaba en el hecho de la oficina grande y bonita que tenía mi papá, y en la que varias tardes jugué a las escondidas.

Ni Ingeniería, ni odontología, ni veterinaria. Periodista. ¡Qué responsabilidad la mía!, ¡qué buenas ganas de romper la tradición! Juro que todo iba bien, y que no había algo en mi vida que amara tanto como mi carrera. Pero la crisis existencial del mes atacó y, por primera vez en mi vida, sentí miedo con respecto a mi futuro. Todo pasó así, hubo palabras mágicas que cambiaron el panorama: ‘Vas a ser pobre el resto de tu vida’. Así. Directo, preciso y sin titubeos.
Y entonces, la crisis existencial dio inicio a este día horrible. Y, por primera vez en mi vida, pensé en cambiarme de carrera. No hubo página de internet que no revisara con todas las [98632988912] universidades de este país. Me pude ver siendo abogada, odontóloga, ingeniera, diseñadora de modas, psicóloga. Todo. Yo en una hora fui todo lo que un ser humano puede ser. En mi mente, en mi pequeña mentesita que tiene la imaginación del tamaño de mis sueños, sólo me pude imaginar eso. La verdad es que yo no puedo ser nada de eso, porque no sería feliz.

Mi mente no estaba preparada para eso, ni para muchas otras cosas. Pero, lo siento. Pobre, sin trabajo, perseguida y todas las cosas por las que tiene que pasar un periodista, eso es lo que yo quiero hacer el resto de mi vida. Y tú, personita que dijo las palabras mágicas, te puedo asegurar que seré feliz.

PD: Y que no hay algo que me haga más feliz que ser comunicadora J

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